El esquema del Evangelio

Los que repudian la soteriología abrazado así un evangelio hueco dicen;

“La Biblia enseña que quien invoque a Jesús será salvo, por lo tanto ¿Cómo rayos se justificaría que el entendimiento soteriológico (un tema más entre otros de la doctrina) se convierta en el punto de quiebre para la salvación de alguien?”

Sin embargo la realidad es que si alguien sostiene por ejemplo un esquema de la expiación de Cristo (el cual es un tema meramente soteriológico) en el cual la paga del rescate es a Satanás, o que la expiación de Cristo es la influencia moral de Dios al hombre, o que la expiación de Cristo es solo un ejemplo supremo de martirio para la humanidad, o el triunfo dramático entre el bien y el mal etc. Es obviamente que quienes invoquen a este supuesto cristo muriendo por estas causas no serán salvos de sus pecados, ya que Cristo y su obra expiatoria tienen un contenido estrictamente Escritural, y quien no entiende y asiente dicho contenido Escritural, (por lo menos parte elemental de éste), no puede ser salvo por más que invoque a todos los cristos inventados por la imaginación de los hombres.

Por lo tanto, entender la causa de por qué Cristo murió es entender el evangelio, lo que implica enteder la doctrina de la sustitución de Cristo por el pecador y por qué uno es salvo de la ira de Dios, y esto caballeros, es parte de la doctrina de la salvación del hombre y es el punto de quiebre para la salvación de alguien.

“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” (1 Corintios 15:3-4)

A continuación el esquema del Evangelio según 1 Corintios 15 por John Robbins [1].

Cristo murió.
Implicación 1.1: Cristo era (y es) Dios-hombre que podía morir.
Implicación 1.2: Cristo no se desmayó o fingió o simplemente aparentó morir.
Implicación 1.3: Cristo dio su vida; Él no fue asesinado en contra de su voluntad.

Cristo murió por nuestros pecados.
Implicación 2.1: Cristo murió por un propósito, no por accidente.
Implicación 2.2: Somos pecadores que merecen la muerte.
Implicación 2.3: Cristo no murió por sus propios pecados.
Implicación 2.4: Cristo no tenía pecados.
Implicación 2,5: Cristo murió en nuestro lugar; Él llevó el castigo que merecemos.
Implicación 2.6: Cristo fue el sustituto aceptable para nosotros.
Implicación 2.7: Somos libres del castigo que merecemos.
Implicación 2.8: Cristo no murió por los pecados de todos los hombres, pero sólo por nuestros pecados.

Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras.
Implicación 3.1: Cristo es el Mesías profetizado por el Antiguo Testamento.
Implicación 3.2: La muerte de Cristo no fue un accidente ni tampoco un Plan B, pero parte del plan eterno de Dios para salvación de Su pueblo.
Implicación 3.3 Cristo cumplió todas las profecías del Antiguo Testamento.

Cristo fue sepultado y resucitó al tercer día.
Implicación 4.1: La sepultura y la resurrección de Cristo son hechos históricos.
Implicación 4.2: Cristo no está muerto, pero Vive.
Implicación 4.3: La muerte fue consquistada y ha perdido el poder sobre Cristo y su pueblo.

Cristo fue sepultado y resucitó al tercer día conforme a las Escrituras.
Implicación 5.1: La muerte de Cristo, su sepultura, y su resurrección fueron profetizados en el Antiguo Testamento.
Implicación 5.2: La muerte y resurrección de Cristo fueron determinadas según el consejo eterno de Dios.

 

“No estamos llamados a predicar a un Cristo vago, sino precisamente y particularmente a Cristo; llamándolo el Cristo del Nuevo Testamento.” ~J.I. Packer, evangelism and the Sovereign of God.

“Ergo, es cierto: cualquiera que invoque a Cristo será salvo…pero no será salvo por invocar a cualquier Cristo.” Claudio René González Ramírez


[1] Against the Churches, The Trinity Review, 1989-1998, page 190.

 

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