¿Es la glorificación condicional?

A continuación paso a responder un correo de un estimado hermano en la fe acerca del siguiente video; “predicando santificación T4G 2014″ para luego tratar el tema de este post.

Este sería el esquema a seguir:

  • Un breve análisis de lo dicho por Piper en el video
  • Una revisión del sentido usado de la palabra “condicional” por Kevin Deyoung
  • La condición necesaria para la glorificación final
  • La evidencia de la salvación en alguien
  • La naturaleza y enfoque de la fe salvifíca según Piper
  • El Evangelio de Jesucristo y la santificación del creyente
  • Conclusión

Un breve análisis de lo dicho por Piper en el video

Primeramente veremos en breve lo que Piper dice en el video, para luego abordar con más detalles el tema de la glorificación condicionada del creyente.

En el minuto 4:58 Piper dice que “la elección es incondicional, pero la glorificación es condicional” En el minuto 5:25 hace la siguiente pregunta: “¿Cómo podemos tener certeza alguna de la glorificación?” y cita Heb 12:14 “sin santidad nadie verá al Señor”. En el minuto 6:35 dice que “la santidad es necesaria para una final beatitud, [lo que implica] ir al cielo con Dios.” En el minuto 6:46 dice que “nada es necesario para la elección” pero en el minuto 6:58 vuelve a decir que “la glorificación es condicional”.

Obviamente esta clase de afirmaciones por parte de Piper son en sí bastante descabelladas, y por lo tanto es necesario un tipo de aclaración en el sentido usado. Uno de los panelistas presente en el video es Kevin Deyoung, quien por medio de coalición por el evangelio (link) pasa a explicar el sentido en el cual Piper afirma que la glorificación del creyente es condicional.

Una revisión del sentido usado de la palabra “condicional” por Kevin Deyoung

En defensa de Piper Kevin Deyoung dice lo siguiente:

¿Cómo podemos decir que el futuro del creyente y su final glorificación es en algún sentido condicional?

Como sucede a menudo en una discusión teológica, tenemos que empezar por decir que en un sentido la glorificación no es condicional, si por condición queremos decir que debemos ganar nuestro lugar en el cielo o que la salvación final de aquellos regenerados y justificados está colgada de un hilo. La cadena de oro de Romanos 8:30 no puede ser quebrantada: aquellos que Dios predestinó serán llamados y los llamados serán justificados y los justificados serán glorificados.

Pero la palabra “condicional” no tiene que llevar la percepción de mérito o incertidumbre. Una condición es simplemente un requisito que se debe cumplir o un estado de cosas que deben suceder si un determinado evento o consecuencia ha de realizarse. Decir que algo es “condicional” es decir nada acerca de cómo la condición se cumple o si existe alguna duda de que la condición se cumplirá.”

Aquí Kevin Deyoung define el sentido en que Piper está usando la palabra condicional, según él la palabra condicional “es simplemente un requisito que se debe cumplir” o “un estado de cosas que deben suceder si un determinado evento o consecuencia ha de realizarse.”

La condición necesaria para la glorificación final

Debemos ver que ambas proposiciones estrictamente tienen el mismo significado. La primera proposición habla de una condición necesaria para que algo sea posible (Sine qua non), la segunda proposición habla de un estado o situación donde ciertas cosas deben suceder para que algo al final se realice.

Ahora, teniendo presente el tema en desarrollo, Romanos 8:30 y lo dicho por Kevin de que “la cadena de oro no puede ser quebrantada”, la pregunta que surge es la siguiente, ¿Cuál es la condición necesaria o estado o situación para que alguien alcance su glorificación final?

Según el apóstol Pablo en Romanos 8:30 y su contexto, hay una diferencia entre lo que Dios hace en nosotros, con aquella obra finalizada que Dios hizo en Jesucristo a favor de nosotros (Romanos 8:33-34). Es esta obra perfecta y completa, y que trasciende la vida de quienes son justificados (Romanos 8:35-39), la condición necesaria para una final glorificación.

  • y a los que justificó, a éstos también glorificó (v.30)
  • ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica (v.33)
  • ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros (v.34)
  • ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro (vv. 35-39)

Por lo tanto, si el antecedente “justificó” afirma una condición necesaria para el consecuente “glorificó“. Entonces es sin duda que la justificación en Cristo, recibida por la sola fe es la condición necesaria para nuestra final glorificación.

En lógica proposicional puede establecerse formalmente como:

P→Q, P
Entonces Q

Si P (justificó) es verdadero, entonces Q (glorificó) es también verdadero. La verdad de P es suficiente para la verdad de Q. Y de igual forma P es una condición suficiente para Q, y Q es una condición necesaria de P.

Solo así permanece la cadena de oro inquebrantable.

La evidencia de la salvación en alguien

Kevin continúa:

“Puedo ver cómo la palabra “condicional” ofende a la gente, pero debemos afirmar desde la Escritura que sin ciertas evidencias hechas manifiestas en nuestras vidas, no seremos glorificados.” (Heb 12:14, 1 Cor 6:8-10, Col 1:22-23).

No debemos ignorar estas advertencias y promesas. No podemos vivir como el diablo y esperar encontrarnos con Dios. Esto no es porque Dios demande cierto número determinado de santidad antes de que podamos entrar al cielo. Somos justificados por la fe solamente a través de la gracia en Cristo solamente. Y esta gracia que nos concede la fe invariablemente será la gracia que nos hace cambiar y nos mantiene en el amor de Dios. Hacer caso omiso a la segunda mitad de la frase anterior es mostrar que la primera mitad nunca sucedió.

En base a esto pregunto;

¿Basta la evidencia de que alguien ha sido llamado y justificado por la sola fe a través de la gracia en Cristo Jesús solamente? Ya que si es verdad que; “…no es porque Dios demande cierto número determinado de santidad antes de que podamos entrar al cielo.”, Pues es verdad que Somos justificados por la fe solamente a través de la gracia en Cristo solamente.”, por lo tanto, basta como evidencia la “fe” en el pecador para ser justificado y luego glorificado (Hechos 16:30-31). O ¿Qué otra condición o requisitos se deben cumplir para que podamos entrar al cielo?

Solo para aclarar cualquier mal entendido a estas alturas y no se diga que uno niega algo. La santificación, la cual, en diferentes etapas y grados en el creyente, sigue como «un efecto» de la justificación por la sola fe en la obra terminada y perfecta de Jesucristo. Pero la santificación no es la «causa o razón» para nuestra futura glorificación sino la justificación. Hacer la santificación la causa necesaria para una final beatitud es confundir el efecto con la base de nuestra salvación.

La naturaleza y enfoque de la fe salvifíca según Piper

Kevin luego en su aclaración y defensa extrae un párrafo del libro de Piper llamado “Gracia futura”, en donde el punto central del párrafo extraído es la naturaleza de la fe, y el enfoque de la fe que Piper le da a la fe salvifíca:

“Por su naturaleza, la fe salvadora ama a Dios y se deleita en Dios como la suma de todo lo que alguna vez podría satisfacer el alma. La fe salvadora es humilde porque por naturaleza se desespera de sí mismo y mira a Dios. La fe salvadora acerca a Dios y clama a Dios y espera a Dios y se refugia en Dios y confía en Dios y tiene esperanza en Dios, porque la esencia de la fe es ver y abrazar a Dios, y sólo Dios, como la suma de todo lo que va a necesitar. Y la fe salvadora tiembla ante la idea de ofender a un Dios tan grande a través de la incredulidad a sus promesas. Todas las condiciones de la gracia futura que hemos contemplado, no son adiciones a la fe, sino expresiones de la fe.”

Según Piper, la naturaleza de la fe salvifíca tiene más de diez aspectos. Solo para mencionar uno de ellos es suficiente decir que para Piper la fe salvifíca es amar a Dios. Esto es importante ya que amar a Dios implica obedecer sus mandamientos. Y si la fe es amar a Dios, y amar es obedecer mandamientos, entonces la fe es obedecer los mandamientos de Dios.

Lo segundo es el enfoque de la fe salvifíca, lo cual, según Piper es mirar al futuro en espera a Dios, teniendo la confianza y la esperanza en Dios, “porque la esencia de la fe es ver y abrazar a Dios, y sólo Dios, como la suma de todos lo que va a necesitar”. Pero en realidad la fe salvifíca no es ver al futuro, sino al pasado. Es mirar lo que Dios ha hecho en Jesucristo a favor de pecadores para entonces entender y asentir la justicia de Dios “testificada por la ley y por los profetas” (Romanos 3:21-31).

Lo que Piper hace es cambiar el enfoque de la fe con miras a una futura beatitud en dependencia de “expresiones de fe” en el presente. Esto en lugar de mirar constantemente a la obra perfecta y suficiente de Dios en Jesucristo para la redención de los justificados y santificados (Hebreos 12:1-3), Piper re-enfoca la fe salvifíca en la felicidad futura, las recompensas y promesas que nosotros personalmente, no Cristo, debemos cumplir condicionalmente para una final beatitud.

El Evangelio de Jesucristo y la santificación del creyente

En su libro, Hermanos, no somos profesionales, Piper en el capítulo de la justificación por la sola fe, se presenta muy ortodoxo con la fe reformada, sin embargo, es en el capítulo de la perseverancia de los santos, “Save The Saints”, donde se presenta una y otra vez su neo-legalísmo.

La salvación de los elegidos depende de su nonegación a Cristo y de su perdurable fe y obediencia.Página 127.

El error tanto de Piper como de todo neo legalista, es el señalar la obediencia de los creyentes como causas necesarias para una futura glorificación, invalidando así la causa suficiente de la justificación solo por fe ya señalada anteriormente en su propio libro (página 25).

“Podrán (el Neo legalísmo) reconocer que la obra de obediencia de Cristo es necesaria para salvación, pero niegan que la obra de Cristo sea suficiente para salvación.” (John W. Robbins)

Piper dice:

Una dieta constante de mensajes del evangelio que no ayudan a los santos a crecer fuera de la infancia, no sólo frena su carácter, pero también pone en peligro su salvación final. (Página 129)

Para Piper “una dieta constante de mensajes del evangelio”, no tiene poder alguno para salvación en la santificación de los santos en absoluto.

Esto en contraste a John W. Robbins quien dice:

No sólo la santificación necesita el Evangelio como su fuente poderosa, sino también la santificación necesita el Evangelio como su protección constante. Un evangelio sin la santificación es bastante fácil de detectar. Sin embargo, una santificación sin Evangelio (la postura de Piper) puede ser más difícil de detectar, especialmente en una época en que se piensa que el Evangelio y la santificación son idénticos. Si se permite que la santificación, en un todo o en cierta parte, se convierta en el Evangelio, entonces tenemos una santificación fuera del Evangelio. Para hacer la santificación igual al Evangelio, o para hacer que el Evangelio incluya la santificación, es postular una santificación sin el Evangelio.

La santificación necesita el Evangelio como su protección final. Todos los que son salvos al final serán salvados por el mismo medio como al principio. Nuestra santificación no será capaz de salvarnos al final más de lo que era al principio por el Evangelio. Esto para los que ven la salvación final en base a nuestra santificación. Lo que la iglesia necesita hoy es más santificación!”, esto es un grito común escuchado hoy en día por muchos, sin embargo, es lamentable que el grito tan a menudo proclamado significa más bien una elevación de la santificación a la condición del Evangelio y no del poder mismo del Evangelio. Si el Evangelio es lo que produce una verdadera santificación (¿y quién quiere otra fuente?) y la iglesia necesita más auténtica santificación, entonces la iglesia necesita más Evangelio. El Evangelio es el poder de Dios para producir santificación. (para leer todo el articulo de John W. Robbins aquí)

Como vemos, la realidad del Neolegalismo es que pone a todos los creyentes en un periodo de prueba (para ellos un estado condicional), haciendo depender la salvación de ellos de su obediencia, para así lograr una final beatitud en base a sus obras.

Esa es la idea central que Kevin Deyoung extrae de Piper al decir que:

La glorificación es la recompensa prometida para aquellos que perseveran hasta el fin. El hecho de que nuestra perseverancia es un don de Dios que está infaliblemente dada a los elegidos, nacidos de nuevo, creyentes justificados, no quita de nosotros la obligación de preservar.”

Conclusión

Para Kevin como para Piper y todo neolegalista, son las “expresiones de fe” (los más de diez aspectos mencionados en la fe salvifíca según Piper), que cumplen con los requisitos necesarios para una final beatitud. No así aquella fe salvifíca según la Escritura; “la cual abraza a Jesucristo con todos Sus méritos, se lo apropia, y fuera de Él ya no busca ninguna otra cosa” (Confesión Bélgica Artículo 22).

Mas por él (El Padre) estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;(1 Corintios 1:30)


 

photo credit: pennstatenews via photopin cc

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