Escogido en Cristo (Supralapsarianismo Cristológico)

según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, (Efesios 1:4-5)

En su obra The Doctrine of Absolute Predestination, Girolamo Zanchi (1516-1590) hace una distinción significativa de este pasaje entre lo que Dios hace en Cristo con lo que Dios hace mediante Cristo. Esta misma distinción es tomada por Thomas Goodwin (1600-1680) en su obra Exposition of Ephesians Chapter 1.

Lo que podemos resumir en breve de ambos autores es que ellos enfatizan que  lo que Dios hace en Cristo tiene su referencia al acto inmanente de Dios en relación a la elección incondicional tramitada entre el Padre y el Hijo antes de la creación del mundo. Esto a diferencia de lo que Dios hace mediante Cristo y que denota más bien al acto redentivo de Dios el cual es llevado acabo por medio de Cristo a favor de Su pueblo electo.

“Así” —argumenta Goodwin— “Dios redime mediante Cristo, Dios justifica mediante Cristo, y Dios salva mediante Cristo; pero Él escoge en Cristo.”

Otra distinción necesaria y hecha por ambos teólogos del pasaje de Efesios fue la elección misma con la predestinación, esto en el aspecto del orden Lógico de los decretos. La elección envuelve el fin mientras que la predestinación tiene en vista los medios a cumplir. La elección se refiere a la voluntad de Dios pero la predestinación al consejo sabio de Dios, por ejemplo; el cómo ejecutar su voluntad.

Debemos ver que ambos actos de Dios tanto la elección-(el propósito final y supremo) y la predestinación-(los medios para alcanzar el fin supremo) no son sinónimos de un mismo acto de Dios. Hay una diferencia entre ser escogidos en Cristo para luego ser llamados, redimidos, adoptados, justificados, santificados mediante Cristo.

Dios escoge en Cristo de una masa creable (Efesios 1:4). Aquí se presupone al hombre no-caído aún. Luego (teniendo en cuenta que ambas cosas tanto el fin como los medios están en la mente de Dios en una vez inmediatamente) vemos que Dios predestina los medios para alcanzar el fin señalado (Efesios 1:5). Aquí se considera al hombre como alguien caído y en pecado, ya que le es concedido misericordia para alcanzar el fin inicial de la elección.

Aquí hay otra distinción significativa que se hace entre el amor de Dios y su misericordia. Goodwin lo aclara de la manera siguiente:

“Cuando Dios muestra amor a Sus creaturas, Él lo hace no considerándolas como seres caídos, pero en esa masa que aún no ha caído.”

Por lo tanto, vemos que el amor precede a la misericordia. Ya que la elección no es un acto de misericordia sino de amor (Romanos 9:13). Así, Dios muestra su misericordia a criaturas caídas con el fin de mostrarles cuánto Él las amaba cuando ellas aún no habían caído (Jeremias 31:3).

La razón de porque Dios tiene misericordia para con unos y no con otros es porque Él ha amado a unos y no a otros. (Romanos 9:16). Y porque ellos han sido escogidos en Cristo, ellos son amados en el Amado (Mateo 3:17, Efesios 1:6).

Esta elección incondicional en Cristo ocurre en el contexto de un pacto de gracia entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Hijo está de acuerdo como representante del pacto en asumir los deberes del pueblo escogido por el Padre para que todas la bendiciones sean concedidas por medio de Él y aplicadas mediante el Espíritu Santo a ellos, esto con el fin de que Dios sea glorificado en Jesucristo solamente (2 Timoteo 1:9).

En conclusión, vemos que el acto inmanente de Dios en la elección incondicional tramitada entre el Padre y el Hijo antes de la creación del mundo refleja el amor eterno de Dios para su pueblo elegido en Jesucristo, el cual es evidente por medio del acto redentivo de Dios el cual es llevado acabo por medio de Él a favor de Su pueblo electo.

“El propósito supremo de Dios no fue traer a Cristo al mundo por nosotros, pero nosotros a Cristo según su elección eterna.” ~Goodwin


[1] Frases de Thomas Goodwin tomadas del libro: A Puritan Theology, doctrine for life. Joel R. Beeke & Mark Jones

photo credit: flattop341 via photopin cc

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Rafael Resendiz I
8 years ago

“Dios, —escribe Reymond— tiene un propósito singular o un plan central el cual es Jesucristo y Su iglesia.”

O en otras palabras:

“La singularidad del plan eterno de Dios es redentivo en naturaleza: la razón de ser de la creación (Creation’s raison d’être) es servir al propósito redentivo de Dios.”

Robert L. Reymond

Raúl G. Pérez
Raúl G. Pérez
8 years ago

Un excelente articulo, mi hermano Rafael Resendiz, saludos….