La idea del Pacto

Serie: Dogmática Escritural, Dios y Su Palabra.

Pregunta 41: ¿Cuál es la idea esencial de lo que el pacto significa?

La idea del pacto NO como un acuerdo o contrato

Muchos en la fe Reformada comúnmente aceptan aquella relación existente entre las tres Personas de la Trinidad sin embargo cuando se habla sobre la idea del pacto, muchos de ellos sostienen que el pacto en sí es un tipo de acuerdo o contrato y no ese vínculo de amor y de amistad en sí mismo. Muchos hoy en día persisten en añadir un concepto foráneo y extraño a la Escritura al decir que el pacto consiste en un tipo de convenio entre dos partes o más con sus promesas, condiciones, sanciones y recompensas finales, a lo cual estamos en desacuerdo por completo.

Con esta idea del pacto en mente muchos hablan a menudo de un pacto de redención hecho en la eternidad antes de la fundación del mundo entre el Padre y el Hijo. En dicho pacto según ellos, se estipulan ciertas demandas y condiciones como promesas y recompensas entre el Padre y el Hijo en relación a la salvación de la humanidad. Tal pacto se presenta como una “transacción divina” [1] entre la primera y segunda Persona de la Trinidad, con sus propias obligaciones y condiciones que son necesarias llenar y llevar a cabo mutuamente.

El otro pacto mencionado es el pacto de obras, el cual Dios hizo con Adán en el huerto del Edén en donde según Dios prometió vida eterna a Adán con la condición de una obediencia perfecta por su parte, y que según Louis Berkhof; “Si Adán hubiera triunfado en la prueba, esta vida no solamente habría seguido suya, sino que también habría dejado de ser perdible y por lo tanto se levantaría a un plano más elevado (de vida eterna).” [2]

Siguiendo esta línea de pensamiento sobre el pacto como un acuerdo o convenio y debido a la desobediencia y caída de nuestro primeros padres en el huerto del Edén, ellos añaden que Dios le agradó hacer un segundo pacto comúnmente llamado pacto de gracia, en el cual Dios ofrece en Jesucristo vida eterna a todos los hombres requiriendo de ellos primeramente fe, y posteriormente una obediencia evangélica [3] para su final salvación [4]. Con todo esto vemos que la idea esencial del pacto en todo esto y; “En su sentido literal, consiste (siempre) en una obligación mutua de unión entre dos o más individuos que, sujetos a ciertas condiciones, prometen ciertas cosas mutuas entre sí.” [5]

Obviamente este tipo de entendimiento del pacto lo que hace es que muestra que el pacto en sí es siempre un acto condicional como también sólo un medio para un fin mayor o superior y no el fin en sí mismo. El pacto es siempre accidental y nunca fundamental. Es imposible en esta comprensión asimilar que el pacto sea y signifique en sí aquella vida de amor y amistad entre los miembros de la Trinidad (la cual hemos estudiado anteriormente) como tampoco puede significar aquella vida familiar en la cual el pueblo de Dios es hecho partícipe por pura gracia de forma incondicional (2 Pedro 1:3-4), gozando por ello de la dicha bendición inmejorable e insuperable que es la vida del Trino Dios (Juan 17:24-26, 2 Corintios 13:14).

La idea del pacto como una relación de amistad

Nosotros creemos que la idea del pacto consistente esencialmente en ese vínculo de amor y amistad que goza Dios mismo por la eternidad y a la cual Él nos hace participes por Jesucristo. Existe en la Escritura una evidencia sustentable en señalar que la idea del pacto es precisamente eso. Dios es nuestro Dios y nosotros en Cristo Su pueblo electo. El corazón del pacto consistente en que Dios nos ha tomado soberanamente en Cristo y que Dios mismo es quien establece y garantiza Su morada con nosotros eternamente (Génesis 17:7, Éxodo 15:13, 17, Salmo 27:5, Jeremías 31:33, Juan 1:14, Hebreos 8-10, Apocalipsis 21:3). Él es nuestro Dios Creador, Padre, Redentor y Amigo Soberano, nosotros Su creación, pueblo escogido, hijos Suyos y por ende Sus siervos-amigos (Isaías 41:8, Éxodo 4:22, Jeremías 31:32, 1 Pedro 2:9, Santiago 2:23, Juan 15:15). De este modo vemos que la estructura fundamental del pacto es en sí es una relación o vínculo perfecto de amor y amistad. El pacto es compañerismo (Colosenses 3:14).

La evidencia Bíblica de que el pacto en sí significa compañerismo es la palabra tanto hebrea berith en el AT como la palabra griega diatheke en el NT. El significado esencial de la palabra berith en el AT es el atar o unir, en cambio diatheke en el NT su significado es esa disposición Soberana de la Voluntad de Dios para con Su pueblo en Cristo. [6] Herman Nicolaas Ridderbos (1909-2007), citado en el pacto de Gracia de John Murray dice lo siguiente sobre la palabra diatheke;

… de hecho el pacto de Dios no tiene el carácter de un contrato entre dos partes sino más bien de una concesión unilateral. Esto corresponde con la idea del pacto en el Antiguo Testamento en el cual la palabra berith… se refiere a la garantía de una sola parte… [la cual] No viene del hombre en absoluto sino de Dios solamente. [7]

El pacto es la revelación de Dios en la cual Él da a conocer la vida pactual que Él vive en sí mismo. De este modo cuando nosotros hablamos sobre la idea del pacto lo que decimos es que éste es esencialmente ese vínculo perfecto de amor y amistad inquebrantable primeramente entre los miembros de la Trinidad y que luego es establecido y garantizado con los que son escogidos en Cristo antes de la fundación del mundo (Efesios 1:3-5). De este modo y por Su voluntad Soberana, “Dios toma aquellos con quienes Él ha establecido Su pacto dentro de Su propia amistad como el Dios Trino que Él es.” [8]

Gaspar Oleviano (Uno de los autores del Catecismo de Heidelberg) da inicialmente un destello de esta compresión del pacto cuando responde a la; “Pregunta: ¿En qué consiste la felicidad humana? Respuesta: En estar unido y tener comunión con Dios, quien es la única fuente de la felicidad.” Y más adelante él continua; “Podemos ver de lo siguiente que este pacto entre Dios y nosotros es de pura gracia y no descansa sobre ninguna condición de nuestra propia dignidad o mérito, sino que se manifiesta sólo por medio de la fe.” [9]

Por su parte, Zacarías Ursino (el otro autor de nuestro Catecismo), en su Catecismo Mayor para estudiantes de teología, él dice lo siguiente; “¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte? Que fui creado por Dios a Su imagen para vida eterna; y después que voluntariamente estaba perdido en Adán, Dios, de Su infinita y libre misericordia, me tomó a Su pacto de gracia para darme por fe; la justicia y la vida eterna debida a la obediencia y muerte de Su Hijo quien fue enviado en la carne [por mi]. Y que Él mismo selló Su pacto en mi corazón por Su Espíritu Santo quien me renueva a la imagen de Dios y clama en mí; “Abba” Padre, [esto] por Su Palabra y los signos visibles de este pacto.” [10]

Que Dios nos conceda la gracia para entender y disfrutar de lo que Dios es en sí mismo y de lo que Él nos hace partícipe por Cristo y Su Palabra.


[1] Beeke, Joel R, Jones, Mark. A Puritan Theology: Doctrine for Life, página 240.
[2] Louis Berkhof, Teología Sistemática, página 253.
[3] Para ver un tratado de dichas condiciones, Beeke, Joel R, Jones, Mark. A Puritan Theology: Doctrine for Life, páginas 305-318.
[4] Tal es la teología de la Visión Federal defendida en los círculos Bautistas y Reformados por John Piper y Mark Jones entre otros.
[5] Brakel, Wilhelmus à, The Christian's Reasonable Service, Vol 1 página 430.
[6] G. Johannes Botterweck y Helmer Ringgren, Theological Dictionary of the Old Testament, 2:255. Johannes Botterweck insiste que el significado original de la palabra "berith" "no es 'acuerdo o contrato entre dos partes' como es comúnmente argumentado."
[7] John Murray, The Covenant of Grace, página 7.  
[8] Herman Hanko, God’s Everlasting Covenant of Grace, página 20.
[9] Gaspar Oleviano, The covenant Theology of Caspar Olevianus, Lyle Bierma, paginas 63-64.
[10] Zacharius Ursinus, Large Catechism, Q&A. 1