La soteriología la pieza central del cristianismo

A menudo podemos escuchar pedir por parte de varios grupos arminianos el reclamo de que la “ortodoxia” debería unirnos y que las doctrinas soteriológicas deberían ser tomadas en un segundo plano, las cuales no deberían interferir con nuestra unidad “Cristiana”. Esto se escucha incluso entre aquellos que profesan la fe reformada. Sin embargo,  ¿Qué ortodoxia debería unirnos? ¿El credo apostólico? ¿El credo niceno?  ¿El credo de Calcedonia? o ¿El credo de Atanasio?. Ninguno de estos credos exponen compresiblemente la doctrina de la justificación solo por fe, lo que implica el Evangelio de Jesucristo, lo que sí hicieron las confesiones reformadas.

Como bien dijo John W. Robbins;

“Lutero y Calvino, Knox y Latimer no pensaban de la siguiente forma: ‘Tenemos tanto en común con los romanistas que tenemos que hacer causa común con ellos en contra del humanismo y el Islam.’  Los Reformadores no dijeron: ‘Podemos ser co-beligerantes con Roma ya que estamos de acuerdo en doctrinas sobre Dios, Jesucristo, el aborto, y otras tantas cosas. En lugar de hacer división en la Iglesia hagamos un frente unido contra el turco.’  Pero no, en lugar de ser engañados por la clase de cosmovisión popular del mundo que dice que uno puede tener una visión cristiana del mundo sin el Evangelio, los Reformadores, como el mismo apóstol Pablo, hicieron de la soteriología la pieza central del cristianismo.” [1]

De esta forma cuando hablamos de la “Justicia de la fe” (Como se expresa en la Confesión de Belga artículo 22), decimos juntamente con el apóstol Pablo que; “… el hombre es justificado sólo por la fe o por la fe sin las obras. Sin embargo, no entendemos que sea la fe misma la que nos justifica, pues ella es solamente un medio por el cual abrazamos a Cristo, nuestra justicia.” Esto totalmente distinto a lo que sostiene el arminianismo, pues ellos hacen de la fe no un medio por el cual abrazamos a Cristo sino la causa o razón juntamente con Cristo de la salvación de alguien, esto según lo expresado en la elección condicional.

Por consiguiente la ortodoxia si cuenta, esencialmente cuando el Evangelio es defendido ante la heterodoxia que se presenta en muchas formas.


[1] The White Horse Inn: Nonsense on Tap, por John W. Robbins. For the King: The Trinity Review, 1999-2008.