Martín Lutero versus el legalismo y neolegalismo

Es sin duda que si Martín Lutero viviera hoy en día, él haría la misma crítica fundamental de la fe Cristiana (la justificación solo por fe) a las iglesias “evangélicas” de nuestros tiempos como lo hizo en su tiempo contra la Iglesia Romana hace casi 500 años. Aún más, si Martin Lutero viviera hoy en día, él haría la misma crítica fundamental de la fe Cristiana no solo en cuanto al tema de la necesidad de las buenas obras previo a la regeneración para salvación, sino también posterior a ella, oponiéndose así fuertemente contra el neolegalismo de muchas iglesias “protestantes” e incluso “reformadas” de nuestros tiempos que hacen de las buenas obras de justicia post-regeneración obras necesarias para una final beatitud.

Como bien lo identifica John W. Robbins;  “La doctrina de la justificación solo por fe por la justicia vicaria de Jesucristo, ha desaparecido en la mayoría de las iglesias protestantes en la actualidad. El hecho es que el protestantismo de hoy está mucho más cerca de la tradición católica romana que de los Reformadores” [1].

Aquí algunos extractos breves de Martín Lutero a la epístola de Gálatas contra el legalismo y neolegalismo;

”Pues los [charlatanes] han enseñando que la fe que justifica [ante Dios] tiene que estar revestida con el amor o caridad, pero esto es tan solo una vana imaginación. Porque la fe que se sujeta a Cristo el Hijo de Dios, y se reviste de Él, es la misma fe que justifica, y no la fe que incluye el amor. La fe verdadera y duradera necesita sujetarse solo a Cristo, y a nada más. Cuando la conciencia atormenta con sus sentimientos y terrores, no tiene ningún otro apoyo, sino solo a este diamante, Cristo Jesús” [2a].

“Todo el que al sentirse amedrantado por la ley y oprimido por el peso de sus pecados se aferra a Cristo solo por la fe, al mismo tiempo puede con osadía, gloriarse que es justo. ¿Cómo así? ¿De qué modo? Por medio de esa perla preciosa, Jesucristo, pues Él es suyo por la fe. Nuestros adversarios no comprenden esto, y desechan a Cristo, la perla de gran precio. Lo reemplazan con la caridad. Ésta, dicen ellos, es su precioso diamante. Pero cuando ellos ni pueden decir qué es la fe, es imposible que la tengan. Aun menos pueden enseñar a otros como obtenerla” [2b].

“Así que esta cualidad que habita y se infunde en el alma, a saber, el amor (el cual es una obra de la ley, pues la ley dice: ‘Amaras al Señor tu Dios’, etc.) ellos atribuyen la justicia formal, es decir, esa sería la verdadera justicia Cristiana, y ellos dicen que esta justicia merece la vida eterna, y quien la tiene es formalmente justo” [2c],

“Pues dicen que debemos creer en Cristo, y que la fe es el fundamento de nuestra salvación, pero que no justifica a menos que sea conformada por el amor. Esta no es la verdad del Evangelio, sino falsedad y fingimiento” [2d].

“Aún más, estos pervertidores del Evangelio de Cristo enseñan que aun esa fe que ellos llaman fe infusa, que no se recibe por el oír, ni por el obrar, sino que es creada en el hombre por el Espíritu Santo, puede estar a la par con el pecado mortal, y que los peores hombres pueden tener esta fe. Por tanto, dicen ellos, si está sola [aquí se alude a lo dicho por Lutero sobre la Sola Fide], es ociosa y sin provecho alguno, aunque obrare milagros. Así ellos le quitan a la fe su debida función y se la entregan al amor. De tal modo que la fe es nada, a menos que el amor, el cual ellos llaman el molde y la perfección, estuviese unido a la fe misma” [2e].

“Vuelvo a repetir estas cosas con más insistencia para que puedan ver cuán lejos se han desviado del verdadero sentido de las Escrituras. Pues dicen que por nuestra propia facultad natural podemos amar a Dios sobre todas las cosas, o al menos por la obra que hemos obrado podemos merecer la gracia y la vida eterna. Según ellos Dios no se contentaría con que cumplamos la ley de acuerdo a la sustancia d la obra, sino que también sería Su voluntad que la cumplamos de acuerdo a la intención con la que fue dada. Por tanto las Escrituras nos obligarían a que una cualidad sobrenatural se nos infundiera desde arriba, habitando y embelleciendo la fe, siendo la causa de la fe que nos justifica. Así que la fe sería el cuerpo, el cascarón, y el color; y el amor sería la vida, el núcleo, y la masa. Esto es lo que sueñan los escolásticos. Sin embargo, nosotros, en vez de esta caridad, colocamos a la fe, aunque ellos dicen que la fe es la línea del bosquejo, y el amor el colorido y el relleno, nosotros decimos lo contrario: La fe se apropia de Jesucristo. Él es la forma que adorna y atavía a la fe, tal cual el color adorna y embellece la pared. La fe Cristiana, por tanto, no es una cualidad ociosa o cascarilla en el corazón que incluso pudiera estar en pecado mortal hasta que viniera el amor y le infundiese vida. No, la verdadera fe es una confianza cierta y segura del corazón. Es un asentimiento firme por el cual uno se sujeta de Cristo (nuestra justicia)[2f].

Por último, hablando de la Sola fe en Solo Cristo (nuestra justicia) Lutero dice:

“Por lo tanto la fe sujetándose a Cristo y morando en el corazón, es la verdadera justicia Cristiana. Por lo que Dios nos cuenta justos, y nos da la vida eterna. En esto no hay obra alguna de la ley, no hay amor [nuestro], sino otra justicia muy diferente [Cristo]” [2g].

“Ahora, cuando ya me he sujetado a Cristo de esta manera por la fe, y por Él soy muerto a la ley, justificado del pecado, librado de la muerte, del diablo, y del infierno, solo entonces puedo hacer buenas obras. Amo a Dios, le doy gracias, practico la caridad hacia mi prójimo. Pero este amor que ha procedido, ni forma ni adorna mi fe. Es la fe que forma y adorna el amor” [2h],

Como bien fue expresado en la fe Reformada:

”Porque necesariamente tiene que concluirse, o que no todo lo que es necesario para nuestra salvación se halla en Jesucristo, o que, si todo está en El, aquel que posee por la fe a Jesucristo, tiene en El su salvación completa.” Confesión Belgica, Artículo 22: La justicia de la fe.

Y como está escrito;

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. (Romanos 1:17).

Todo esto a diferencia de los siguientes tres links:

1) Usted puede creer las promesas de Dios (de salvación) y estar perdido.

2) ¿Somos salvos por creer o por deleitarnos en Dios?

3) (Beatitud final) Segura y condicional.


[1] John W. Robbins "Antichrist 1999, For The King", The Trinity Review, 1999-2008, page 33.
[2] Martín Lutero "El comentario sobre la epistola a los Galatas", Traductor Haroldo S. Camacho, Ph. D. (versión Kindle).
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