Los atributos de Dios II

Serie: Dogmática Escritural, Dios y Su Palabra.

Pregunta 24: ¿Cuáles son los Atributos de Dios?

La Unidad de Dios

En Deuteronomio 6:4 encontramos el fundamento importante sobre la Unidad de Dios; “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” Que Dios sea uno es de suma importancia si hemos de conocer verdaderamente al único Dios verdadero (Juan 17:3). Incluso el llamado de “amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (v.5) implica que debemos adorar solamente al único Dios verdadero y a nadie más fuera de Él (Isaías 45:5-6, Jeremías 10:10-11, 1 Timoteo 2:5). Cuando hablamos de la Unidad de Dios nos referimos a que cuando hablamos de los atributos de Dios no separamos ni dividimos disminuyendo u aumentando con ello algunos atributos de Dios, desproporcionando y deformando con Sus propios atributos a Dios. Dios es uno y simple en Su Ser. Esto nos lleva a conocer sobre la Simplicidad de Dios.

La Simplicidad de Dios

En Nuestra Confesión de fe confesamos; “Todos nosotros creemos con el corazón y confesamos con la boca, que hay un ser espiritual, único y simple, al que llamamos Dios.” Que Dios sea Uno significa que todos Sus atributos son uno en Dios y no existe ningún conflicto, o contradicción o separación en ellos. Dios es único y simple, es decir, libre de composición alguna. Dios no está dividido en partes sino Él es plenamente Dios y cada atributo de Dios es idéntico con Su Ser.

Consideremos algunos ejemplos;

  1. Por ejemplo, la misericordia de Dios no es sólo la compasión que Dios tiene por nosotros en la miseria y esclavitud en la que nos encontramos en nuestros pecados, sino también es el poder de Dios por el cual nos libera de esa miseria y esclavitud en la que nos encontrábamos. No es un mero deseo de Dios de socorrernos o salvarnos sino la acción activa y Soberana de Dios que obra misericordiosamente para salvarnos realmente de nuestro estado de miseria. Su misericordia y Su omnipotencia son perfectamente una en Dios, nunca separadas, nunca en conflicto una de la otra y ambas juntamente obrando a la misma vez según Su voluntad (Romanos 9:16-18). Pues Dios siendo omnipotente no puede querer en vano cualquiera cosa que Él desee obrar (Salmo 115:3).
  2. La perfección del amor de Dios implica que Dios ama sin violentar Su justicia u otro atributo divino como Su Santidad. Dios no ama pasando por alto nuestros pecados sino todo lo contrario, Él los asume en Jesucristo para así mostrar primeramente Su justicia castigarlos en Cristo como a la vez nos muestra Su amor hacia con nosotros al redimidos por medio de Él (2 Corintios 5:21). De este modo Su amor es justo como Su justicia revela Su amor por nosotros (Romanos 5:8, 8:30-34).

La Santidad de Dios

Uno de los atributos de Dios que se repite constantemente en la Escritura es sin duda el atributo de Su Santidad. El significado llano de la palabra santo es “apartado”. Dios es santo, perfectamente santo y puro en Su ser, lo que significa que Él está apartado de toda imperfección y maldad, pues Él es; “el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo” (Isaías 57:15). Esto también significa que todo lo que Dios hace y obra en relación con Su creación es justo, sublime y santo (Lucas 1:49, Daniel 4:31-37). W. à Brakel (1635—1711) dice sobre el tema, “La santidad es la esencia pura del carácter de Dios. Por consiguiente, se relaciona con el brillo de todas Sus perfecciones, por lo cual la Escritura afirma que; ‘Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.” (1 Juan 1:5).

Consideremos algunos puntos sobre lo dicho anteriormente;

  1. Que Dios es santo y apartado de todo pecado y maldad incluso cuando Él mismo obra en los corazones perversos. Dios no se complace con la maldad ni se deleita en ella (Habacuc 1:13, Salmo 5:4-5) sin embargo esto no significa que Dios no obre con Su omnipotencia en medio de ella (Génesis 50:20, Proverbios 21:1).
  2. Esto también significa que Dios al ser santo, Él está consagrado y dedicado a sí mismo y a Sus propósitos eternos, los cuales son para Su propia gloria y alabanza (Isaías 42:8, Jeremías 9:24, Proverbios 11:20).
  3. Que del santo carácter de Dios procede la santidad de todas sus obras (Deuteronomio 32:4), lo cual incluye la condenación de los impíos (Salmo 7:11-17), como la salvación de los suyos. Porque Dios es santo, Él quiere y obra un pueblo santo para sí mismo, “un reino de sacerdotes y gente santa”, con el fin de habitar con ellos eternamente y mostrar a ellos Su gracia, Su gloria y Su majestad (Éxodo 19:6, 29:43, 31:13, Levítico 11:44-45, 19:2, 20:26, 21:8, Deuteronomio 28:9-10). Lo cual es solo posible por medio de Jesucristo, la revelación suprema y más alta posible de la Santidad de Dios (Marcos 1:24, Hechos 3:14, 1 Corintios 1:30, 1 Pedro 2:5, 9).

[1] Brakel, Wilhelmus à, The Christian's Reasonable Service, Vol 1 página 121.