Bavinck ilustremente hace una debida distinción entre lo que es el consejo de paz, y el pacto de gracia en sí mismo, al decir lo siguiente sobre el tema:
…El pacto de la gracia no fue establecido por primera vez en el tiempo, sino que tiene su fundamento en la eternidad, es fundamentado en el pacto de salvación, y es en primer lugar un pacto entre las tres personas del propio ser Divino…
En base a esto podemos ver lo siguiente;
- Decir que el pacto de gracia es “fundamentado en el pacto de salvación” es hablar sobre la obra ad extra del Trino Dios con Jesucristo, el mediador del pacto. Este es el decreto de elección y redención del pueblo escogido en Cristo y salvo a través de Él.
- Decir el que el pacto de gracia es “en primer lugar un pacto entre las Tres Personas del propio Ser Divino…” implica decir que la esencia del pacto de gracia es ontológica (ad intra), es decir, el vínculo perfecto de amor y amistad entre los miembros de la Trinidad.
Esa es la diferencia entre una concepción del pacto como un solo medio para un fin mayor (lo que hacen muchos convirtiendo el pacto de gracia solo como un medio temporal para alcanzar un fin mayor, es decir, la inmortalidad y vida eterna), a la concepción del pacto como un fin en sí mismo (que es Dios y el vínculo perfecto que gozan los miembros de la Trinidad, y en la cual el Trino Dios nos hace partícipes por pura gracia concediéndonos los dones salvíficos para ello), como lo expresa muy bien Bavinck, Kuyper, Vos y Hoeksema.
Bavinck continua;
.. Es una falsa percepción aquella que afirma que Dios hizo primero Su pacto con Adán y Noé, con Abraham e Israel, y finalmente con Cristo; el pacto de la gracia ya fue hecho desde la eternidad en el pacto de salvación de las tres Personas y fue consumado por Cristo a partir del momento en que la caída ocurrió… Los creyentes del Antiguo Testamento no fueron salvos de ninguna otra forma que nosotros. Hay sólo una fe, un solo Mediador, un camino de salvación, y un pacto de gracia. [2]
Vos por su parte dice:
“…El vínculo que une el Antiguo y el Nuevo Pacto no es puramente evolutivo, en la medida en que se ha desarrollado hasta llegar al otro; y, si así podemos llamarlo, un vínculo trascendental: El Nuevo pacto en su pre existente estado celestial es retroactivo y extiende sus alas sobre el Antiguo y el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, que son uno con nosotros en dignidad religiosa y privilegio; ellos eran, para hablar de acuerdo a una figura Paulina, hijos de Jerusalén de arriba, la cual es la madre de todos. [3]
[1] Herman Bavinck, Reformed Dogmatics, Vol. III (Grand Rapids: Baker, 2006), página 405. [2] Bavinck, páginas 215-16. [3] Geerhardus Vos, Redemptive History and Biblical Interpretation (Phillipsburg, NJ: P&R, 2001) página 199.