La Ciudad en la Colina: Una Reflexión Sobre la Hispanidad y la Fe

“Nuestro Señor nunca llamó a Su pueblo para ayudar a construir la torre de Babel con la esperanza de obtener un estudio bíblico en el sótano de la ciudad. Nuestro Señor nos ordenó que construyéramos nuestra propia ciudad bajo Él en una colina para luz a las naciones.” David Chilton.

La cita del teólogo David Chilton nos invita a reflexionar sobre el papel que nuestra fe y valores deben jugar en la sociedad. Chilton contrasta la torre de Babel, un proyecto humano destinado al fracaso, con la imagen de una “ciudad en una colina”, un ideal divino que nos llama a ser luz para el mundo. En el contexto de la hispanidad (y en un sentido escatológico) —una amalgama rica y diversa de culturas, tradiciones y creencias— la idea de construir una “ciudad en una colina” se presenta como un llamado a vivir según nuestros ideales más elevados.

La Torre de Babel: Un Recordatorio de Humildad

La historia bíblica de la torre de Babel nos enseña sobre los peligros de la arrogancia y la autosuficiencia. Los constructores intentaron llegar al cielo por medios humanos, ignorando la voluntad divina. Como resultado, la humanidad quedó confundida y dispersa.

Para la comunidad hispana, la lección es clara: en nuestro empeño por progresar, en la aspiración de alcanzar metas elevadas, nunca debemos olvidar nuestras raíces y valores, que en gran medida están impregnados de Cristianismo y fe Reformada.

Construir Nuestra Propia Ciudad en Una Colina

Siguiendo la metáfora de Chilton, la llamada es a construir una “ciudad en una colina”, iluminada por los valores y la fe del Cristianismo Bíblico que nos guían hacía la manifestación escatológica de aquella naciones bajo el Reiado de Cristo (Ap. 7:9). Esta “ciudad” no es un lugar físico, sino más bien una comunidad de corazones y mentes unidas por objetivos comunes y guiadas por principios eternos. Se trata de crear un ambiente donde nuestras fe y creencias Cristianas puedan prosperar y ser un faro de luz para los demás.

La hispanidad, con su rica tradición de solidaridad, respeto familiar, y fuertes valores bajo el Cristianismo, tiene un rol crucial en este proyecto. Somos llamados no solo a mantener nuestras tradiciones, sino también a contribuir al bien común, iluminando el camino para otros.

Luz para las Naciones

En el contexto de la globalización, donde las culturas se entrecruzan más que nunca, la hispanidad tiene la oportunidad y el reto de ser “luz para las naciones”. Esto implica llevar lo mejor de nosotros mismos al mundo: particularmente nuestra visión del mundo, fuertemente influenciada por la fe y el Cristianismo Bíblico.

Conclusión

La idea de la “ciudad en una colina” nos insta a ser conscientes de la responsabilidad que tenemos no solo ante DIOS con nosotros mismos, sino con la sociedad en general. Para la hispanidad, este llamado tiene un significado especial. Debemos ser faros de luz en un mundo que a menudo se encuentra en la oscuridad, y podemos hacerlo manteniendo viva la fe ortodoxa, siempre guiados por las Sagradas Escrituras que nos dan la dirección y el sentido hacia que rumbo debemos avanzar y Reformar. En la construcción de esta “ciudad”, no solo honramos nuestra herencia, sino que también enriquecemos al mundo entero mirando hacia el futuro.

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