Una revelación Escrita

God’s Hammer. The Bible and its critics. Capítulo uno; ¿Cómo sabemos que la Biblia es inspirada?
Por Gordon H. Clark [1]

La revelación bíblica, el mensaje que fue inspirado por Dios, es una revelación Escrita. La idea no es, o al menos no sólo es, que los profetas fueron inspirados. Es cierto y por supuesto, que ellos eran portadores del mensaje de Dios por el Espíritu Santo; pero la afirmación Bíblica es que Dios inspiró lo que ellos estaban escribiendo. En 2 Timoteo 3:16 ni siquiera se mencionan los escritores bíblicos. Tampoco es la oratoria pública de los profetas y apóstoles la verdad completa que era inspirada. Es la Escritura, los escritos de ellos; la inspiración de Dios que no puede ser quebrantada al final. La doctrina de la plenaria y de la inspiración verbal atribuye todo esto primeramente a la Palabra Escrita de Dios.

Hacia finales del siglo XIX entró en uso una frase con el fin de reducir al mínimo y de hecho lo negó por completo, la inspiración plenaria. Los modernistas a menudo decían que la Biblia “contiene” la Palabra de Dios. Por supuesto que en un sentido esto es cierto. La Biblia contiene el evangelio de Juan por ejemplo, y este evangelio, o al menos el capítulo 14 de su libro es la Palabra de Dios. Así, la Biblia contiene la Palabra de Dios. Pero este no es el significado que los modernistas tenían en mente. Ellos querían decir que parte de la Biblia no es la Palabra de Dios. Y debido a que la frase era cierta en un sentido, eso sirvió como un disfraz diplomático para la intención modernista. Sin embargo, pocos que creen en la Biblia no son más engañados por este lenguaje. Ellos saben que “la Biblia contiene la Palabra de Dios” pretende ser una negación de que “la Biblia es la Palabra de Dios.”

Pero ahora en la mitad del siglo XX el modernismo se ha convertido en algo anticuado y la neo-ortodoxia ha tomado su lugar. Este nuevo movimiento ha inventado una nueva frase engañosa. El pueblo neo-ortodoxo dice que la Biblia es un registro de la revelación de Dios. Esta frase también es cierta en un sentido. Dios se reveló a Moisés y Jeremías y por lo tanto la Biblia es el registro de estos eventos. Esto es verdad en un sentido, sin embargo, no deja de ser un disfraz engañoso para cubrir un repudio a la posición Bíblica de su inspiración plenaria. Los escritores neo-ortodoxos, así como los modernistas, su intención de siempre es de negar que la Biblia es la Palabra de Dios. Estos autores dicen que Moisés y Jeremías pudieron tener revelaciones por parte de Dios; pero estas revelaciones pueden haber consistido solamente en los acontecimientos históricos, o, posiblemente en emociones subjetivas, pero no de Palabras en sí. Con esto, la Biblia se convierte en un registro de las experiencias de Moisés en lugar de un mensaje verbalmente inspirado.

En la actualidad muchas personas todavía están engañadas por esta frase neo-ortodoxa. Sin duda, en el futuro, el reconocimiento de su significado anti-bíblico se hará más común. Mientras tanto, la atención debe ser puesta con paciencia, a todos los pasajes citados en este capítulo. Ellos muestran que la Biblia no se auto-considera a sí misma como un mero registro de una revelación pasada, sino más bien Ella es la revelación en sí misma. La Escritura es en sí la Palabra de Dios. Se trata de las Palabras escritas que Dios inspiró y por lo tanto es la Escritura que no puede ser quebrantada.

El argumento hasta ahora ha demostrado que la Biblia dice ser inspirada, y al hacerlo ha explicado lo que la inspiración significa. Si el lector ya acepta la Biblia como la Palabra de Dios, la pregunta que constituye al título de este capítulo -“¿Cómo puedo yo saber que la Biblia es inspirada?”- ha sido contestada ya. Pero si tal vez el “yo” en esta pregunta, es un lector que no acepta la Biblia como la Palabra de Dios, entonces tal persona dirá: “No hay duda de que la Biblia afirma dicha inspiración, pero; ¿es esa afirmación verdadera?” La pregunta entonces se convierte en otra pregunta, ¿Cómo uno puede probar la inspiración Bíblica a quien desea indagar en la verdad?


[1] Gordon H. Clark, God's Hammer, the Bible and its critics, pages 30-31. See more at: www.trinitylectures.org/gods-hammer-the-bible-and-its-critics-p-87.html
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