Gaspar Oleviano y el pacto de gracia

A diferencia del entendimiento del pacto de gracia como un contrato o acuerdo bilateral con sus sanciones legales, algunos reformadores continentales del pasado lo entendieron más bien como el lazo de amistad hecho, establecido y garantizado por Dios mismo (Unilateralmente) con Su pueblo electo en Cristo Jesús. Lyle Bierma [1] dice sobre Gaspar Oleviano (Uno de los autores del Catecismo de Heidelberg) lo siguiente;

“Pregunta: ¿En qué consiste la felicidad humana? Repuesta: En estar unido y tener comunión con Dios, quien es la única fuente de la felicidad. 

Esta no es solo la primera pregunta y respuesta en la primera obra teológica de Gaspar Oleviano, sino también la primera clave para nosotros de su entendimiento del pacto de gracia. La felicidad de uno —él dice— consiste en la unión y comunión con Dios. El problema es que a través del pecado de Adán, la raza humana ha quebrado está unión. Dios y la humanidad de pronto llegaron a estar separados. En lugar de comunión ahora había enemistad y alejamiento. 

Sin embargo —Oleviano continua— Dios no esperó que la humanidad misma reparase la relación. De Su gran misericordia, Él tomó la iniciativa y planifico el plan de reunificarla en forma de pacto (o alianza). Así como enemigos humanos se enlazarían ellos mismo y cada uno en un juramento o pacto de paz, Dios también se enlazó Él mismo a nosotros con una promesa y juramento; que Él enviaría a Su Hijo en la carne por nuestro rescate y por medio de Su sacrificio establecería una eterna paz con la humanidad. Ya que solo aquellos que son santos y puros pueden ser unidos con Él, Él removería nuestra culpa y nos purgaría de nuestras impurezas. La parte en guerra sería reconciliada en una inseparable unión con Dios. 

Oleviano entendía el pacto de gracia ante todo, como una declaración de la disposición de Dios, una promesa unilateral de reconciliación por medio de Cristo Jesús. Cuando la Escritura habla del ‘pacto de Dios’, Oleviano sostenía que esto significa sobre el `juramento de Dios,’ un juramento en el cual Dios nos promete Su gracia reconciliadora y así nos une a Él mismo. No es otra cosa que ‘evangelio’ que la Escritura llama ‘el pacto de paz’ (Is. 59:21) y ‘la palabra de la reconciliación’ (2 Corintios 5:19). ” 


[1] Lyle Bierma, "Olevianus and the Covenant of Grace", The covenant Theology of Caspar Olevianus, paginas 63-64.
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Rafael Resendiz I
8 years ago

“El libro de Dr. Bierma es un tratamiento magistral de un subestimado teólogo reformado continental sobre el tema fundacional de la teológica pactal. Aquí esta teológica clásica Reformada en su mejor momento, combinada con introducciones valiosas a varios importantes teólogos reformados continentales.”

~Joel R. Beeke, Puritan Reformed Theological Seminary.