Serie: Dogmática Escritural, Dios y Su Palabra.
Pregunta 28: ¿Cuáles son los Atributos de Dios?
Los atributos de Dios (Comunicables)
Cada vez que avanzamos en el conocimiento de los atributos de Dios tenemos que tener en cuenta que algunos de estos atributos de Dios son comunicados a nosotros como hijos de Dios que somos por medio de Jesucristo. Es decir, que algunos de los atributos de Dios, por Su obra redentora en nosotros, bien pueden ser conocidos y reflejados por nosotros como hijos de Dios en una medida de criatura la cual somos nosotros.
Que podamos gozar de ciertas virtudes de Dios es sólo por el hecho de que Dios así lo ha dispuesto en Su gracia haciéndonos partícipes por Jesucristo de lo que Él es en sí mismo. De ahí que cuando nosotros conocemos, entendemos, amamos, obramos bondad, misericordia etc, es por la gracia de Dios la cual opera mediante el conocimiento de Su obra salvadora en Jesucristo (2 Pedro 1:3-7, 1 Juan 4:13-21).
El conocimiento de Dios
El conocimiento y entendimiento del ser humano es limitado, imperfecto y superficial sobre todas las cosas, de ahí la necesidad de la Palabra de Dios para el verdadero conocimiento en el ser humano. En cambio, el conocimiento de Dios es independiente, absoluto y perfecto. El conocimiento de Dios bien puede ser definido como esa virtud de Dios mediante la cual Él se conoce así mismo completa y perfectamente, como también que Dios conoce todas Sus obras tanto dentro como fuera de sí mismo. Esto es lo que leemos en Su Palabra sobre este atributo de Dios (1 Corintios 2:11, Mateo 11:27, Juan 1:18, 1 Corintios 2:10-11,Hebreos 4:13, Salmo 139:1-5).
Así cuando la Escritura habla de la mente de Dios ella habla de Su conocimiento preciso y entendimiento infinito los cuales son independientes de Su creación, perfectos y activos en Él eternamente. Todo lo que Dios piensa es verdad y cierto en virtud porque es pensado por Él. Como el profesor Gordon H. Clark (1902-1985) bien dice; “Dios es la fuente y el determinador de toda la verdad […] Dios es eternamente Omnisciente. Él no ha aprendido Su conocimiento. Y puesto que Dios existe por sí mismo, independientemente de todo lo demás, de hecho siendo Él mismo el Creador de todo lo demás, Él debe ser la fuente de Su propio conocimiento.” [1]
De este modo vemos que el conocimiento y el entendimiento de Dios son completos e infinitos en consecuencia de lo que Él es, porque “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.” (Salmo 147:5). No existen límites en Dios en absoluto y Su conocimiento como Su entendimiento son infinitamente perfectos y eternamente activos en Él, pues Dios mismo reclama esto cuando dice; “Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.” (Proverbios 8:14).
La Sabiduría de Dios
Este otro atributo del cual Dios nos hace partícipes nos enseña que todo lo que es sabio hacer de nuestra parte debe ser hecho y motivado siempre para la gloria de Dios. Pues, “la verdadera sabiduría está arraigada en el temor del Señor, y ésta consiste en la disciplina moral de uno de conformarse a la ley de Dios.” obviamente esto lo hacemos libres de condenación por medio de la fe y por causa del evangelio, pues el hacer lo contrario es ser meramente torpes y necios pecando así contra Dios (Deuteronomio 4:6-8, Salmo 19:7, 111:10, Job 28:28, Proverbios 1:7, 9:10, 1 Corintios 1:24, Proverbios 10:8, 14, Job 9:4).
En cambio, la sabiduría como atributo de Dios significa que todo Su conocimiento tiene como fin el revelar Su propia vida divina como el Dios Trino que Él es, y que todo lo que Su voluntad se propone hacer es para Su gloria y exaltación de Su Nombre revelando con ello lo Sabio que Él es. Pues, “Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia.” (Job 12:13). Porque, “El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19) O “¿Enseñará alguien a Dios sabiduría, juzgando él a los que están elevados?” (Job 21:22). “Porque el Dios de todo saber es Jehová, y a él toca el pesar las acciones.” (1 Samuel 2:3). Por lo tanto, “al único y sabio Dios, sea la gloria mediante Jesucristo para siempre. [y por todos los siglos] Amén.” (Romanos 16:27, como también Proverbios 8, Salmo 104:24).
Por último, Dios promete dar sabiduría a todos aquellos que claman por ella, pues entre los hijos de Dios no cabe una vida necia y pecaminosa como modo de vida (Santiago 1:5-6). Por lo tanto, humillemonos de corazón y pidamos a Dios que nos conceda la sabiduría necesaria para que podamos vivir sabiamente para Su gloria, orando de la siguiente forma; “Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.” “Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu Nombre.” (Job 34:32, Salmo 86:11).
[1] Gordon H. Clark, An Introduction to Christian Philosophy, página 65. [2] Bavinck, Herman. Reformed Dogmatics: Abridged in One Volume, página 201.