Sobre la Persona Jesucristo-hombre

Creo que la aportación de Gordon Clark en describir qué es una persona en esencia es muy útil.

“Una persona es una complejidad de proposiciones. Una persona es lo que piensa, porque cual es su pensamiento en su mente, tal es él.” (The Incarnation, 64).

Esto con base a Proverbios 23:7:

LBLA: “pues como piensa dentro de sí, así es.”
RVA: “porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él.”
RVA-2015: “porque cual es su pensamiento en su mente, tal es él”
RVR-1995: “porque cuales son sus pensamientos íntimos, tal es él.”

Ahora, el profesor Gordon H. Clark no concluyó su libro por lo tanto no sabemos en sí sus conclusiones de cómo esto aplica a la enseñanza de la Persona de nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo su aportación es muy útil y clara en cuanto al tema.

En segundo lugar, creo que lo que el Credo de Calcedonia (451 d.C.) repite una y otra vez (“Uno y el mismo”) y que el autor original de dicha afirmación fue León Magno en su obra el “Tomus ad Flavianum” es también muy útil y beneficiosa para este tema y la aplicación a la enseñanza de la Persona de nuestro Señor Jesucristo;

“Porque ha de repetirse una y otra vez que es UNO y el MISMO quien es verdaderamente Hijo de DIOS y verdaderamente hijo del hombre.”

Por lo tanto, bien podemos decir que Jesucristo-hombre es;

“UNO y el MISMO que piensa de sí mismo ser verdaderamente Hijo de DIOS y verdaderamente hijo del hombre; Jesucristo-hombre.”

Todo esto sin confundir, sin cambiar, sin dividir y sin separar ambas verdades en Él.

Charles Hodge en su Teología Sistemática dice al respecto:

“Los hechos que la Biblia enseña acerca de la persona de Cristo son, primero, que Él era verdaderamente hombre, esto es, que tenía una naturaleza humana perfecta o completa. Por ello, todo lo que se puede predicar del hombre (esto es, del hombre como hombre, y no del hombre como caído) se puede predicar de Cristo. Segundo, Él era verdaderamente Dios, o tenía una naturaleza divina perfecta. Por ello, todo lo que se puede predicar de Dios se puede predicar de Cristo. Tercero, Él era una persona. La misma persona, yo, o ego, que dijo «tengo sed», dijo: «Antes que Abraham fuera, yo soy.» Ésta es toda la doctrina de la encarnación tal como se encuentra en las Escrituras y en la fe de la Iglesia.”

Por lo tanto, es nuestro deber afirmar juntamente con el apóstol Pablo sin ambigüedad y contradicción que es UNO y el MISMO que piensa de sí mismo ser verdaderamente Hijo de DIOS y verdaderamente hijo del hombre, Jesucristo-hombre:

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” (Apóstol Pablo, 1 Timoteo 2:5).

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