Si como cristianos creemos en un universo teocrático y teocéntrico se sigue entonces que cada esfera de nuestras vidas debe ser vista teocrática y teocéntricamente.
La gran comisión debe guiar a todo cristiano a tal premisa y práctica en obediencia a su gran Rey y Señor (Mateo 28:18-20).
En las palabras de Abraham Kuyper “No existe una pulgada cuadrada en todo el dominio de nuestra humana existencia sobre el cual Cristo, quien es soberano sobre todo, no grite, ¡Mía!”