La respuesta de John Owen al Amyraldianismo

John Owen elabora la posición Bíblica y ortodoxa en respuesta a la posición Amyraldianista de la salvación de los que nunca han escuchado el evangelio:

“nosotros [los reformadores] absolutamente negamos que exista alguna misericordia salvadora de Dios para los [paganos no evangelizados] revelado en las Escrituras, pues ella no nos da la mínima insinuación de que ellos obtengan la felicidad eterna [aparte de Cristo].

Pues, no consideramos que la corrupción e incapacidad universal de la naturaleza humana haga algo que es bueno (“sin Cristo no podemos hacer nada” –Juan 15:5), ni tampoco la pecaminosidad en su mejor trabajo y acción puede hacer algo bueno, pues el “sacrificio del impío es una abominación al Señor” (Proverbios 15:8), y “los arboles malos no pueden dar frutos buenos, los hombres no recogen uvas de las espinas, ni higos de los cardos (Mat. 7:17).

La Palabra de Dios es pura y directa, pues “sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb. 11:6) y que “el que cree no es condenado” (Marc. 16:16). Que ninguna nación o persona puede ser bendecido excepto por la semilla de Abraham (Gen. 12:3). Y la bendición de Abraham viene sobre los Gentiles solo a través de Jesucristo (Gal. 3:14). El es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6),y “nadie viene al Padre solo a “través de Él.” El es la “puerta” por la cual aquellos que no entran están afuera con los “perros e idolatras.” (Apoc. 22:15). Para que ningún otro hombre ponga otro fundamento del que esta puesto, el cual es Jesucristo (1 Cor. 3:11).

En breve, compare estos dos lugares en las Escrituras de San Pablo, Romanos 8:30, donde muestra que ninguno es glorificado excepto aquellos que son llamados, y Romanos 10:14-15 en donde él declara que todo llamado es un instrumento por la predicación de la Palabra y el evangelio; y evidentemente testifica que ninguna salvación puede ser otorgada para aquellos en quien el Señor hasta ahora ha derramado su indignación como para privarles de su conocimiento del único medio, Jesucristo.

Y para aquellos que piensan diferente, les doy esta precaución necesaria: “presten atención, no sea que mientras se esfuerzan en inventar nuevas formas para ir al cielo para otros, ustedes mismos pierdan el verdadero camino al hacer esto.”

–John Owen (1616-1683) (Works, vol. 10, pp. 112-113).


Vía Caesar M Arevalo (Blog)

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