Cipriano de Valera, “los fieles de la Nación Española” y la “Institución de la Religión Cristiana” de Juan Calvino

La Reforma Protestante, que sacudió las bases de la Europa cristiana en el siglo XVI, vio nacer obras teológicas que intentaban codificar, clarificar y redefinir la fe cristiana en oposición a las doctrinas de Roma. Entre estas obras, una de las más destacadas es la “Institución de la Religión Cristiana” de Juan Calvino. Aunque el libro tuvo un profundo impacto en la tradición reformada y calvinista, es relevante revisar la percepción de esta obra desde la perspectiva de uno de los grandes reformadores españoles: Cipriano de Valera.

Cipriano de Valera, más conocido por su revisión de la Biblia del Oso que dio lugar a la conocida Biblia Reina-Valera, vivió en un tiempo y espacio donde la Inquisición castigaba duramente cualquier desviación de la instrucción de Roma. Así, su interacción con las ideas de Calvino fue forjada en un contexto de persecución y resistencia.

  1. Contexto Teológico:
    • Calvino, con su “Institución”, intentó establecer una sistemática teológica basada en las Escrituras. Abordó temas como la naturaleza de Dios, la justificación por la fe y la predestinación.
    • Valera, por otro lado, aunque compartía con Calvino el principio “Sola Scriptura” (Solo la Escritura), tenía un enfoque más centrado en la traducción y difusión de las Escrituras en español, en lugar de la formulación teológica.
  2. Recepción de las Ideas de Calvino por Valera:
    • Aunque no existen registros directos de Valera comentando extensamente sobre la “Institución”, es evidente que, como reformador, estaba al tanto de las principales ideas de Calvino. La idea de la justificación por la fe, en oposición a la justificación por obras, era fundamental en el pensamiento de ambos.
  3. Influencia Práctica:
    • Lo más importante para Valera era que la gente tuviera acceso a las Escrituras en su lengua materna. Sin embargo, la “Institución” de Calvino, al proporcionar una estructura teológica sólida, pudo haber ofrecido a Valera y otros reformadores españoles una guía sobre cómo enseñar y comprender la Biblia.
  4.  Estractos de su traducción:

“A todos los fieles de la Nación Española que desean el adelantamiento del Reino de Jesús Cristo;

Dos puntos ay, que comunmente mueven à los hombres à preciar mucho una cosa: el primero es, la excelencia de la cosa en si misma: el segundo, el provecho que recebimos ô esperamos della. Entre todos los dones y beneficios que Dios por su misericordia comunica sin cessar à los hombres, es el principal, y el mas excelente y provechoso el verdadero conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesu Christo, el qual trae à los hombres una grande alegria y quietud de coraçon en esta vida, y la eterna gloria y felicidad despues desta vida. De manera que en este conocimiento consiste el sumo bien y la bienaventurança del hombre: como claramente lo declara la misma verdad Jesu Christo diziendo: Esta es la vida eterna que te cononcan solo Dios verdadero, y al que embiaste Jesu Christo. (Juan. 17:3).
“Algunos años ha que esta Instituciō ha sido trasladada en diversas lēguas con grā fruto de todos a quellos que aman la verdad, y que dessean aprovechar en el conocimiento de Christo para su salud. Ahora sale à luz por la misericordia de Dios en lengua Española, en la qual yo la he trasladado para servir à mi nacion, y pare adelantar el reyno de Jesu Christo en nuestra España, tan miserablemente anegada en unabysmo de Idolatria, ignorancia y supersticiones mantenidas por la tyrania de los Inquisidores contra la Ley y palabra de Dios, y con grandissimo agravio de todos los fieles Christianos: los quales siguiendo la doctrina de Christo dessean como varones prudentes edificar su casa y fundar su se sobre la firme peña de la verdad: y no sobre arena, que son las doctrinas y tradiciones inventadas de los hombres. (Mat. 7:24).”
“Yo dedico este mi trabajo à todos los fieles de la nacion Española, sea que aun giman so el yugo de la inquisicion, ô que sean esparzidos y desterrados por tierras agenas. Las causas que me han movido à esto, han sido tres principales La primera es la gratitud que devo à mi Dios y padre celestial, al qual le plugo por su infinita misericordia sacarme de la potestad de las tinieblas, y traspassarme en el reyno de su amado hijo nuestro Señor: el qual nos manda, que siendo convertidos, confirmemos à nuestros hermanos. (Col 1:13). (Luc. 22:32). La segunda causa es, el grande y encendido desseo que tengo de adelantar por todos los medios que puedo, la conversion, el conforto y la salud de mi nacion: la qual à la verdad tiene zelo de Dios, mas no cōforme à la voluntad y palabra de Dios. Porque ellos ignorando la justicia de Dios, y procurando de establecer la suya por sus proprias obras, meritos y satisfacciones humanas, no son sujetos à la justicia de Dios, y no entienden que Christo sea el fin de la Ley para justicia à qualquiera que cree. (Rom. 10:2, 3). La tercera causa que me ha movido, es la gran falta, carestia y necessidad que nuestra España tiene de libros que contengan la sana doctrina, por los quales los hombres puedan ser instruydos en la doctrina de piedad, paraque desenredados de las redes y lazos del demonio sean salvos. Tanta ha sido la astucia y malicia de nuestros adversarios, que sabiendo muy bien que por medio de buenos libros sus idolatrias, supersticiones, y engaños serian descubiertos, han puesto (como nuevos Antiocos) toda diligēcia para destruyr y quemar los buenos libros, paraque el misero pueblo fesse toda via detenido en el captiverio de ignorancia, la qual ellos, sin verguen ça ninguna, han llamado Madre de devocion. En loqual directamente contradizen à Jesu Christo, que enseña muy expressamente en el Evangelio la ignorancia ser causa y madre de errores, diziendo à los Sadduceos: Errays ignorando las Escrituras y la potencia de Dios. (Mat. 22:29).”
“Abrid pues los ojos ô Españoles, y dexando à los que os engañan, obedeced à Christo y à su palabra, la qual sola es firme y inmudable para siempre. Estribad y fundad vuestra se sobre el verda dero fundamento de los Prophetas y Apostoles, y la sola Cabeça de su Iglesia.”
“Por lo qual si oyerdes hoy su boz (como dize el Propheta) no endurezcays vuestro coraçon: mas antes desechando las doctrinas, y tradiciones de los hombres mentirosos y enganadores, oyd à aquel que no puede mentir, seguid à aquel que no puede errar: paraque el nombre del Señor sea sanctificado en neustra España, y que muchos siendo instruidos por la palabra de Dios, se conviertan de las tinieblas à la luz, paraque reciban por la fe en Jesu Christo remission de pecados, y la vida y bienaventurança eterna. (Juan. 14:6). (Act. 26:18). Amen.

En conclusión, aunque Cipriano de Valera no dejó un extenso comentario sobre la “Institución de la Religión Cristiana” de Juan Calvino, es razonable inferir que tuvo al menos una familiaridad con ella y que compartió muchos de los principios teológicos de Calvino. En un momento en que el cristianismo europeo estaba siendo redefinido, tanto Calvino como Valera desempeñaron roles cruciales, aunque en diferentes frentes, para establecer los fundamentos de la fe reformada.

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