“Pastor, pero en la Biblia si encontramos cierta forma de patriarcalismo, ¿Cómo debemos pensar eso?”
Claro, por ejemplo en el Antiguo Testamento encontramos casos de poligamia pero eso no signifca que sea el orden de DIOS para el matrimonio sino el pecado presente en la historia humana.
No existe texto alguno donde la Escritura nos manda a ser más hombres o en el caso de la mujeres a ser más mujeres. En cambio, sí existen un sin números de imperativos, mandamientos, referencias y alusiones Bíblicas donde se nos manda a SER y CRECER «juntamente» en «piedad» según la imagen y semejanza de Cristo. No es ser “más hombres” o “más mujeres” lo que consiste el «Cristianismo» sino en SER más como Cristo lo que la Escritura señala y apunta.
Cuando se lee las Escrituras buscando siempre la distinción entre géneros de hombre y mujer o que los pasajes más importantes de la Bíblia están dirigidos «particularmente» a los hombres, tales personas no solo pierden el sentido y propósito del mensaje de Cristo, pero además con ello muestran que son como los fariseos y escribas que ¡Cuelan el mosquito y se tragan el camello! para defender sus ideas.
Tanto los hombres como las mujeres «debemos» buscar siempre las mismas virtudes y el mismo propósito principal de ocupación aquí en la tierra mientras seguimos avanzando hacia nuestra Bendición final, la Visión Beatífica Cristiana, la cual es ¡Contemplar al Trino DIOS en la Persona y obra de Cristo por la Eternidad como Iglesia gloriosa que somos en la nueva creación! Hombres y mujeres por igual.
En las palabras de R.J. Rushdoony:
“La doctrina Bíblica de un nuevo comienzo es sólo posible donde existe un nuevo hombre o una nueva mujer en Cristo. Mientras el ser humano caído permanezca, los viejos resultados también con ellos, ésto es el pecado y la muerte gobernando la historia del hombre.
Pero es el nuevo hombre y la nueva mujer que crean un nuevo entorno, son ambos quienes trabajan con este fin en mente, por consiguiente no puede existir un Paraíso restaurado si primero no existe un nuevo hombre o una nueva mujer bajo DIOS.” (Salvation & Godly Rule).
DIOS quiera despertar en esta generación un sólido ejército de hombres y de mujeres maduros en la fe para que juntos podamos inter-discipularnos en toda justicia y verdad para así juntos discipular a las naciones bajo la Gran Comisión.
Aquí un Sermón de nuestro Señor sobre las bienaventuranzas para hombres y mujeres:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
(Mateo 5).
Por último, es evidente que muchos leen las Escrituras como si fuese un documento «esencialmente» para hombres y luego se quejan de porqué el feminismo repudia tanto la Biblia.
Si el feminismo va a repudiar la Biblia, que sea por Su propia Luz verdadera y majestuosa que ella misma arroja alumbrando el verdadero telos (Diseño) Divino para todo hombre y mujer, lo cual es SER como Cristo. Ahora, si el feminismo va a repudiar la Biblia por un dogmatismo patriarcal de muchos en nuestros tiempos, y luego ellos se sienten “bajo persecución”, les recuerdo que la Escritura no respalda esa causa sino todo lo contrario, afirma que son ellos parte del problema (Romanos 12:2, 1 Juan 2:15-16), no de la solución en Cristo, por ende son dignos de ser repudiados por el feminismo.
Con mucho amor y cariño amada Iglesia.